Soliluna: PESADILLAS: Siempre me ha gustado el tema de la interpretación de los sueños. Pienso que se puede saber mucho de nuestro inconsciente. Realmente siento...
Una leyenda japonesa dice que si no se puede dormir por la noche, es porque estás despierto en el sueño de otra persona... Durante mucho tiempo yo permanecía despierta en sueños de muchas personas. Eso hacía que pasara eternas noches durante un espacio de mi vida que se me hizo eterno. Sólo el hecho de ir a dormir ya me producía escalofríos. Solo dormía en los instantes que aquella persona iba despertando de su sueño profundo. Entonces mis particulares pesadillas aparecían una y otra vez. Corría por ciudades oscuras, interminables, con millones de escaleras que bajaba corriendo para escapar de aquel momento onírico. Las farolas casi nunca alumbraban las calles y era normal que tropezase una y otra vez, hasta que volvía a despertar. Me quedaba mirando el techo, la penumbra que procedía de mi maltrecha persiana se reflejaba en aquellas vigas de madera pintadas de blanco. Los muelles de aquel colchón se clavaban en todos los músculos de mi cuerpo. Las vueltas hacia un lado y otro vi
Desde luego uno de mis vicios más confesables es el amor por el chocolate. Durante mi vida han cambiado mis gustos hacia él. Desde la chocolatina deliciosa blanca hasta el más rabioso de los chocolates negros que sería con el que me definiría ahora. Solo capaz de comerlo por los más audaces y amantes del cacao. ¿Me podríais definir con algunas palabras qué tipo de chocolate seriáis en este momento? ¿Relleno, con almendras, con leche o del más puro? Estoy deseando saber vuestras respuestas.
Desde ya muy pequeña, había algo que me decía que no era igual que los demás. Me gustaba jugar sola e imaginaba escenarios dónde yo sola era la protagonista. Los demás niños eran extras en mi película. Me resultaba extraño que pudiera reconocer sitios dónde jamás había estado y reconocer rostros que pasaban cerca de mí. Conforme iba creciendo, las emociones se hicieron más intensas , así como el nivel de empatia hacia la gente que me rodeaba. Eso produjo un gran cansancio en mi interior. Nunca leí nada acerca de las almas, pero en mi interior sabía que yo era una alma vieja. Podía presentir sucesos, algunos muy tristes. Y sentir como mi alma, por ejemplo se despedía de alguien que luego nunca más volvería a ver. Hoy en día me cuesta mucho decir adiós. Procuro evitar ese momento. Los sueños me transportan hacia lugares en los que nunca he estado , pero son muy conocidos para mí. Lugares de diversas épocas y diferentes lugares del mundo. En ellos, no siempre he sido mujer. Y también c
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