LAS PELÍCULAS DE ANTES...

Esta mañana me desperté y mientras tomo mi desayuno, miro las novedades del facebook . Es como una rutina matutina. De repente veo una foto que llamó mi atención. Era de una escena de "Historias de Philadelphia" cuya protagonista Kathernine Kephurn he admirado toda mi vida. Me trajo bonitos recuerdos, de ratos tranquilos frente a la televisión, siendo yo muy pequeña, lo que me llegaba a atraer el cine. Era todo muy mágico. Aquella pantalla en blanco y negro transportaba a una niña de poco más de ocho años hacia otros mundos, lenguajes muy cuidados, eduación exquisita, comedia romántica que dibujaba sonrisas. 
Es curioso como la calidad impera sobre la cantidad, eso siempre. Películas como esa se han quedado en mi retina y recuerdo con precisión muchos de sus diálogos, gestos de los personajes y reacciones que seguramente han formado parte del desarrollo de mi personalidad. Películas como "Esplendor en la hierba", "La fiera de mi niña", "Adivina quién viene a cenar esta noche", "Siete novias para siete hermanos", "Andar descalzos por el parque", "West side Story"... son películas que me vienen de repente a la memoria como constructoras de pequeños valores. Precisamente, pienso que por poca cantidad se instalaban bien en nuestros esquemas de conocimiento, adaptándose cuidadosamente en la proyección cinéfila que se tiene posteriormente. 
Ahora hay demasiada información, demasiados canales, demasiadas películas. Es curioso que coges el mando y te paseas por 200 canales y no hay nada que llame tu atención. Antes , como te tenías que conformar con una cadena, saboreabas ese sábado cine o tardes de domingo dónde la película era la estrella de la tarde. 
Me acuerdo ahora de un símil que puede parecer una tontería pero que cuando pasan los años recuerdas... será por algo... Una tarde de verano, cuando tenía ochos años , me dirigí a la nevera para ver qué podía merendar y en el frigorífico sólo había salchichón. Con cara de fastidio, miré a mi madre y le dije ¿Sólo hay esto? Y me dice: "Si" . Tenía tanta hambre, que aquel bocadillo fue el más bueno que me he comido en mi vida. Seguro que luego hubieron otros mejores como de jamón de jabugo, bonito del norte, o de lomo ibérico , pero aquel humilde de salchichón (encima sin tomate ni aceite) , ha sido uno de los mejores... 
Igual pasa con las películas. Reconozco que me emocioné , lloré y suspiré con Titanic. Me introducí como un personaje más en Avatar. Fui protagonista en el paciente inglés o Dráccula..., pero desde luego nada comparable como Cary Grant cuando le dice a Katherine Kephurn : "Hola pelirroja..." y detrás ese James Stewart tan adorable... Aish... melancólica que es una...

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